Sin entrar en combate
Sin entrar.
Después de una gran cruenta perdida
Y defraudada por doquier por la retirada del enemigo
Un pequeño enemigo e insípido.
Todos falsos, como todos los rivales
Con los que hasta ahora me he medido
Con todos, con cada uno de ellos
Que vuelven su mirada tras el ultimo suspiro del sol
La primavera a las puertas
Y yo sumando mi último fracaso
Que no tengo fuerzas
Que no puedo despegarme del atraso
Del parnaso
Y del colapso que requieren mil escusas
Que caen en desuso
Y que significan que mi musa
Y mi esencia, no es de ninguno
De ninguno
Cuantos hasta luegos
Y cuantas cobardías
Y después de volver a reprochar mis osadías
Despierto en mi cama avergonzada
Más no quiero nada
Más quiero ser yo la fuerte rival
Que juegue con el sentir de mi opuesto animal
Que juegue con su naturaleza.
Y por Dios será que mi destreza
Hará mella en su intelecto.
Adios infiel al insecto
Adiós pues a lo fiel.
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